Vitamina N: El impacto beneficioso de la naturaleza en nuestra salud

Durante una década entera, el periodista estadounidense Richard Louv se dedicó a entrevistar a familias rurales y urbanas en EE.UU, concluyendo que muchos niños y adultos no tienen un contacto suficiente con la naturaleza, produciéndose así desórdenes en las funciones fisiológicas y psicológicas de las personas. Por tal motivo es que Louv utiliza el término “Vitamina N” para referirse al tiempo que pasamos en la naturaleza, demostrando que la exposición al aire libre posee  numerosos beneficios para la salud mental y física de las personas.

La naturaleza nutre nuestro nervio vago mejorando nuestra calidad de vida

El nervio “vago” es el nervio más largo del cuerpo humano, ya que conecta el tronco cerebral con casi todos los órganos del cuerpo. Este nervio, ayuda a cambiar el modo corporal para el descanso, relajación, digestión, regulación de la frecuencia cardíaca y respiración. 

Cuando pasamos tiempo al aire libre, nos encontramos expuestos a múltiples estímulos sensoriales: el sonido de los pájaros, las hojas de los árboles cayendo en otoño, el viento soplando, la sensación del sol en nuestra piel, todo esto puede activar nuestro nervio vago. De este modo, evidenciamos un vínculo vital entre el nervio vago y la naturaleza, debido a que la activación del nervio al encontrarnos al aire libre ayuda a reducir la inflamación, mejorar el estado de ánimo y mejorar la capacidad del cuerpo para regular el estrés. En definitiva, la vitamina N y el nervio vago se entrelazan buscando potenciar nuestra salud y vitalidad.

Un impacto positivo de la naturaleza en tu microbioma

La Tierra alberga una inmensa cantidad de comunidades microbianas en el suelo, en el aire, en el agua, en la vida vegetal, en los animales y en los diferentes climas alrededor del mundo. Esta riqueza está siendo explorada por medio del Proyecto de Micrioboma Terrestre, que busca identificar aquellas comunidades microbianas que pueden beneficiar al planeta y a la humanidad. 

Muchos de los microorganismos presentes en la naturaleza suelen ser beneficiosos para nuestro microbioma humano: 

    • Mayor exposición a diversas comunidades microbianas: Al estar en contacto con la naturaleza, nos exponemos a múltiples microorganismos que no encontraríamos en ambientes cerrados. De esta forma, contribuimos a aumentar la diversidad de nuestro microbioma, asociado con un bienestar general de nuestra salud, menor riesgo de problemas metabólicos, trastornos digestivos, entre otras enfermedades. 
    • Mayor exposición a bacterias beneficiosas:Una gran cantidad de los microorganismos que encontramos en la naturaleza poseen efectos positivos en nuestra salud. Por ejemplo, ciertas bacterias presentes en el suelo poseen propiedades antiinflamatorias, ayudando a reducir los efectos del estrés, mejorando el estado de ánimo de las personas.
    • Menor exposición a sustancias químicas dañinas: el hecho de pasar tiempo al aire libre implica un alejamiento de los productos químicos comunes a los que estamos expuestos normalmente en espacios cerrados. Los productos de limpieza, pesticidas, entre otros, suelen alterar el equilibrio de nuestro microbioma, vinculándose a problemas de salud diversos. 
    • Aumento de la actividad física: El mantenerse en movimiento al aire libre y hacer ejercicio ayuda a aumentar la diversidad de tu microbioma, reduciendo la respuesta inflamatoria. Caminar, correr, andar en bicicleta al aire libre, son grandes alternativas para mejorar y fortalecer nuestra salud. 
    • Reducción de estrés: Pasar tiempo en la naturaleza implica una reducción del estrés, teniendo un efecto sumamente positivo en tu microbioma.

En conclusión, el estar en contacto con la naturaleza nos proporciona grandes beneficios para nuestra salud. Es sumamente necesario hacer espacios en nuestra vida para disfrutar del aire libre y conectar con la naturaleza, buscando fortalecer nuestro microbioma, reducir nuestro estrés y mejorar nuestro bienestar en general.

 

Referencias:

  • Flies EJ, Clarke LJ, Brook BW, Jones P. (2020). Urbanization reduces the abundance and diversity of airborne microbes-but what does that mean for our health? A systematic review. Science of the Total Environment.
  • Haahtela T. (2019). A biodiversity hypothesis. Allergy.
  • Kondo MC, Jacoby SF, South EC. (2018). Does spending time outdoors reduce stress? A review of real-time stress response to outdoor environments. Health Place.
  • Kox, M., et al. (2014). “Voluntary activation of the sympathetic nervous system and attenuation of the innate immune response in humans.” Proceedings of the National Academy of Sciences, vol. 111, no. 20.
  • Li, Q., et al. (2007). “Visiting a forest, but not a city, increases human natural killer activity and expression of anti-cancer proteins.” International Journal of Immunopathology and Pharmacology, vol. 20, no. 2 Suppl. 2.
  • Louv, Richard.(2016). Vitamin N: The Essential Guide to a Nature-Rich Life. Algonquin Books. 
  • Pearson DG, Craig T. (2014). The great outdoors? Exploring the mental health benefits of natural environments. Front Psychology.
  • Rothschild, D. et al. (2018). “Environment dominates over host genetics in shaping human gut microbiota.” Nature, vol. 555.
  • Sobko, Tanja et al. (2020). “Impact of outdoor nature-related activities on gut microbiota, fecal serotonin, and perceived stress in preschool children: the Play&Grow randomized controlled trial.” Scientific Reports vol. 10
  • Smith, D.G., et al. (2019). [Identification of Mycobacterium vaccae, a soil-derived bacterium with immune, mood and stress resilience properties]. Psychopharmacology (Berl). PubMed Central. 
  • Morita E, Fukuda S, Nagano J, et al. (2007). Psychological effects of forest environments on healthy adults: Shinrin-yoku (forest-air bathing, walking) as a possible method of stress reduction. Public Health. PubMed.

 

¿Preguntas?