Últimos indicadores agregados en tu reporte

¡Rewell está siempre en movimiento! Nuestro equipo científico de Rewell está en constante búsqueda de nuevos indicadores para conocer en mayor profundidad tu ADN y tu microbioma intestinal.   

En los últimos meses, varios indicadores fueron sumados o actualizados en nuestro reporte de genética y microbioma intestinal, te invitamos a recorrer algunos de ellos. 

Producción de vitaminas del complejo B por el microbioma

Las vitaminas no vienen sólo en los alimentos o suplementos, las bacterias también son capaces de producirlas. Nosotros estudiamos la capacidad que tienen las bacterias que componen tu microbioma intestinal de producir vitaminas como la vitamina B1 (tiamina) o la vitamina B7 (Biotina), la vitamina B9 (folato) y la vitamina B12 (Cobalamina). Estas vitaminas, son muy importantes para el ambiente intestinal, ya que son útiles para el metabolismo de las bacterias y para la inmunidad intestinal. Cuando lo producción de estas vitaminas está en niveles adecuados, se fortalece la barrera intestinal, se regula el sistema inmune y se promueve la eubiosis (equilibrio) del microbioma intestinal. Por ejemplo, buenos niveles de Vitamina B9 en el intestino son necesarias para prevenir las reacciones alérgicas y regular la inflamación que producen. Además, se sabe que el folato producido por el microbioma es utilizado también por las bacterias que allí conviven para sus funciones metabólicas. 

 

Producción de ácidos grasos de cadena corta (AGCC)

Las bacterias intestinales llevan a cabo la producción de AGCC a través de la fermentación bacteriana de la fibra dietética no digerible. Los principales AGCC producidos en el intestino son el acetato, el propionato y el butirato. La cantidad relativa de cada uno depende de varios factores, como la composición de la microbiota intestinal, el tipo y cantidad de fibra dietética consumida. Una vez producidos, los AGCC son absorbidos por las células epiteliales del colon y pueden tener varios efectos beneficiosos en la salud. Por ejemplo, el butirato es un importante sustrato energético para las células intestinales y promueve la salud de la mucosa intestinal. Además, los AGCC pueden actuar como señales que modulan la función inmunológica, la inflamación y el metabolismo energético en todo el cuerpo. Por lo tanto, la capacidad que tiene tu microbioma de producirlos es un indicador muy importante, no solo de la salud intestinal, sino de la salud general. Tener una buena producción de AGCC es muy importante para mantener la integridad de la barrara intestinal y disminuir la inflamación crónica de bajo grado.  

 

Riesgo de lesiones musculares

Las lesiones musculares son eventos comunes que pueden ocurrir durante el ejercicio físico intenso o como resultado de traumatismos. Si bien las causas específicas de las lesiones musculares pueden variar, existe evidencia creciente que sugiere que ciertas variaciones genéticas pueden influir en la predisposición individual a sufrir este tipo de lesiones. Por ejemplo, investigaciones han identificado genes relacionados con la producción de energía muscular, como AMPD1 y CKM, cuyas variaciones pueden afectar la disponibilidad de energía en los músculos, aumentando así el riesgo de lesiones. Otros genes, como ACE, que participa en la regulación del flujo sanguíneo, también pueden influir en la susceptibilidad a las lesiones musculares al afectar la llegada de oxígeno y nutrientes a los tejidos musculares. Además, genes involucrados en la regulación de la contracción muscular, como MYCK, podrían presentar variantes que disminuyen la capacidad de los músculos para resistir la tensión durante el ejercicio, aumentando la probabilidad de lesiones. Estos hallazgos resaltan la importancia de comprender la contribución genética en la prevención y el manejo de las lesiones musculares junto con los factores ambientales y de estilo de vida para minimizar el riesgo de lesiones musculares. 

 

Recuperación muscular post-ejercicio

La recuperación muscular después del ejercicio intenso es un proceso fundamental para el desarrollo y el rendimiento atlético. Durante el ejercicio, nuestros músculos liberan moléculas señalizadoras, como la interleucina-6 (IL-6), que desempeñan un papel crucial en la reparación y la adaptación muscular. La IL-6, liberada agudamente por las fibras musculares esqueléticas durante la contracción, tiene efectos beneficiosos antiinflamatorios al inhibir la producción de citocinas proinflamatorias como el factor de necrosis tumoral alfa (TNF-α) o la interleucina-1 (IL-1). La IL-6, junto con otros factores de crecimiento y citocinas, es un componente esencial del proceso de reparación muscular. La genética también juega un papel importante en este proceso: hay variantes en el ADN que pueden influir en la capacidad de nuestros músculos para liberar IL-6, lo que puede conferir una ventaja en la recuperación muscular al permitir una respuesta más rápida y efectiva al daño muscular inducido por el ejercicio. Por lo tanto, comprender cómo nuestras variantes genéticas afectan la liberación de IL-6 puede proporcionar información valiosa sobre nuestra capacidad individual para recuperarnos y adaptarnos al entrenamiento físico. 

 

Beneficio del ejercicio en los niveles de colesterol HDL

Se sabe que la actividad física regular tiene un efecto positivo en los niveles de colesterol HDL, aumentando su concentración en la sangre y reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Sin embargo, la respuesta individual al ejercicio en términos de cambios en los niveles de colesterol HDL puede variar debido a factores genéticos. Existen ciertas variaciones genéticas que afectan las vías metabólicas relacionadas con el colesterol HDL, lo que puede influir en la capacidad de una persona para experimentar aumentos significativos en los niveles de colesterol HDL como respuesta al ejercicio. Por ejemplo, genes como CETP y LIPC codifican proteínas que desempeñan un papel clave en la regulación de los niveles de colesterol HDL. Variantes en estos genes pueden afectar la eficacia del ejercicio para aumentar los niveles de colesterol HDL en algunas personas. Comprender cómo nuestras variantes genéticas afectan la manera en que nuestro cuerpo responde al ejercicio puede ser útil para personalizar los planes de ejercicio y maximizar los beneficios para la salud cardiovascular. 

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