Tolerancia al alcohol: ¿Por qué algunas personas lo toleran más y otras menos?

Las bebidas alcohólicas se han utilizado durante siglos en entornos sociales, culturales y religiosos, siendo una de las sustancias adictivas más ampliamente consumidas en el mundo. Si bien muchas personas pueden manejar bien su consumo, algunas tienen síntomas extremadamente desagradables cuando beben incluso cantidades limitadas de alcohol.

Existen estudios que evidencian que el consumo moderado de alcohol puede generar ciertos beneficios cardiovasculares, pero los efectos negativos superan a los positivos cuando se aumenta la cantidad, o mismo, dependiendo de la genética de cada uno.

Cuando se consume alguna bebida alcohólica, el 90% de su procesamiento ocurre en el hígado, donde una enzima llamada alcohol deshidrogenasa convierte el etanol en acetaldehído, el cual es un subproducto tóxico.
Otra enzima llamada aldehído deshidrogenasa convierte rápidamente este subproducto en acetato.
Antes de que el hígado comience a procesar el alcohol (aproximadamente 20 minutos después del consumo), el alcohol se absorbe en el tracto digestivo y pasa al torrente sanguíneo y llegando a todo el cuerpo, incluido el cerebro.
Allí se enlentecen los procesos del sistema nervioso central, haciendo que se experimente confusión, incapacidad para recordar cosas, funciones motoras lentas y pérdida de audición después de empezar a beber. La rapidez con la que el alcohol afecta la actividad del cerebro puede depender de factores como la edad, la contextura, el sexo, la frecuencia de consumo y también, los genes.

Cuando el contenido de alcohol corporal es excesivo, la persona comienza a experimentar síntomas como:

  • Enrojecimiento y picazón de la cara y la piel
  • Náuseas y vómitos
  • Aumento de la frecuencia cardíaca
  • Dolores de cabeza
  • Mareos

Es importante saber que el consumo de alcohol incrementa los riesgos de:

  • Alcoholismo
  • Caídas, ahogamientos y otros accidentes
  • Cánceres de cabeza, cuello, estómago, colon, mamas entre otros
  • Ataque cardíaco y accidente cerebrovascular
  • Hipertensión arterial
  • Alteraciones del sueño
  • Gastritis y úlcera gastroduodenal
  • Agresividad y depresión
  • Cirrosis hepática
  • Disfunciones sexuales
  • Deterioro cognitivo
  • Encefalopatías
  • Demencia
  • Psicosis
  • Comportamientos sexuales arriesgados, embarazo no deseado o no planeado e infecciones de transmisión sexual (ITS)
  • Anomalías congénitas graves o el síndrome de alcoholismo fetal cuando se consume durante el embarazo
  • Suicidio y homicidio

La genética juega un papel importante en determinar la reacción del organismo frente al consumo de alcohol.

El gen ADH1 (ADH1A, ADH1B y ADH1C) ayuda a producir una proteína llamada alcohol deshidrogenasa 1.

Esta enzima, es la que anteriormente mencionamos como participante en el metabolismo de compuestos como el etanol y, junto con otras 2 enzimas de función similar, son las encargadas de la descomposición del alcohol.

Las variaciones genéticas en ADH1, pueden afectar el trabajo de la enzima y como consecuencia de la descomposición del etanol, lo que daría como resultado una acumulación de esta sustancia en el cuerpo durante períodos prolongados. Dicha acumulación genera lo efectos secundarios indeseados que describimos anteriormente.

Existen diferentes marcadores del gen ADH1A y ADH1B que analizamos en Rewell para detectar tu intolerancia al alcohol. Dichos marcadores son:

  • rs6413413, cuyas variantes de riesgo son A
  • rs698, cuyas variantes de riesgo son C
  • rs283413, cuyas variantes de riesgo son A
  • rs1693482, cuyas variantes de riesgo son T

Es importante recordar los efectos negativos a largo plazo que genera el consumo excesivo de alcohol y limitarlo a valores mínimos, buscando la ayuda de profesionales acordes de ser necesario.

En el reporte “Tolerancia al alcohol” de Rewell, podrás encontrar cómo es tu genotipo con respecto a la tolerancia al consumo de bebidas alcohólicas y abordar un manejo acorde en el plan de coaching de hábitos y nutrición.

Referencias:

  1. Institutos Nacionales de Salud (EE. UU.); Estudio Curricular de Ciencias Biológicas. Serie de suplementos del plan de estudios de los NIH [Internet]. Bethesda (MD): Institutos Nacionales de Salud (EE. UU.); 2007. Información sobre el alcohol. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK20360/
  2. Chiva-Blanch G, Badimon L. Beneficios y riesgos del consumo moderado de alcohol en las enfermedades cardiovasculares: hallazgos y controversias actuales. Nutrientes 30 de diciembre de 2019; 12 (1): 108. doi: 10.3390 / nu12010108. PMID: 31906033; PMCID: PMC7020057.

3.Minzer S, Losno RA, Casas R. The Effect of Alcohol on Cardiovascular Risk Factors: Is There New Information? Nutrients. 2020 Mar 27;12(4):912. doi: 10.3390/nu12040912. PMID: 32230720; PMCID: PMC7230699.

4.Lando LJ Koppes , Jacqueline M. Dekker , Henk FJ Hendriks , Lex M. Bouter , Robert J. Heine. El consumo moderado de alcohol reduce el riesgo de diabetes tipo 2. Diabetes Care, marzo de 2005, 28 (3) 719-725; DOI:10.2337 / diacare.28.3.719.

5.MedlinePlus. Consumo y nivel seguro del alcohol. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001944.htm

  1. Martínez C, Galván S, Garcia-Martin E, Ramos MI, Gutiérrez-Martín Y, Agúndez JA. Variability in ethanol biodisposition in whites is modulated by polymorphisms in the ADH1B and ADH1C genes. Hepatology. 2010;51(2):491-500. doi:10.1002/hep.23341