Niveles de vitamina K y genes, ¿existe tal relación?

La vitamina K es liposoluble (soluble en grasa) y se conoce como la vitamina de la coagulación, ya que sin ella la sangre no coagularía. También ayuda a producir proteínas para huesos y tejidos sanos.  

Nuestro cuerpo la almacena en el hígado y otros tejidos corporales incluyendo el cerebro, el corazón, el páncreas y los huesos. Es producida en nuestro organismo por las bacterias intestinales y también se puede obtener de fuentes alimentarias, tales como: 

  • Hortalizas de hoja verde: espinaca, hojas de nabos, col rizada, acelga, hojas de mostaza, perejil, lechuga romana y lechuga de hoja verde. 
  • Verduras como las coles de Bruselas, el brócoli, la coliflor, el repollo, el kale y los espárragos.  
  • Legumbres como la soja. 
  • Frutas como los arándanos azules y los higos. 
  • El pescado, el hígado, la carne de res, los huevos y cereales (contienen cantidades más pequeñas). 

Y ¿Para qué sirve esta vitamina?  

Entre sus funciones, encontramos las siguientes: 

  • Coagulación de la sangre: ayuda con la producción de protrombina, un factor de coagulación de la sangre que ayuda a detener el sangrado incontrolado. 
  • Salud ósea: la vitamina K2 apoya el mantenimiento de huesos fuertes y puede reducir el riesgo de fracturas.  
  • Salud cardíaca: previene la deposición de calcio en las arterias que puede desencadenar enfermedades cardíacas. 
  • Salud dental: la vitamina K2 activa un compuesto que ayuda a formar un esmalte dental fuerte.  
  • Salud cognitiva: puede ayudar a mejorar la memoria a largo plazo en los adultos mayores, especialmente la memoria verbal. 

La cantidad de vitamina K necesaria depende de la edad y el sexo. Hombres adultos requieren 120 mcg/día y mujeres adultas unos 90 mcg/día. Durante el embarazo, la vitamina K no atraviesa la placenta para llegar al bebé y su intestino no tiene ninguna bacteria para producirla antes del nacimiento. Luego, la vitamina K en la leche materna tampoco es lo suficientemente adecuada. Es por esto que al nacer se suplementa al bebé con vitamina K inyectable u oral y así evitar la Enfermedad hemorrágica del recién nacido (HDN) o Hemorragia por deficiencia de vitamina K (VKDB). 

Los niveles bajos de vitamina K pueden aumentar el riesgo de hemorragias incontroladas. La deficiencia grave puede provocar hematomas y problemas de sangrado debido a que la coagulación de la sangre es más lenta. Se puede observar sangre en orina y / o heces, supuración de la nariz y las encías y sangrado en el tracto gastrointestinal. Podría reducirse la fuerza de los huesos y aumentar el riesgo de osteoporosis ya que el cuerpo necesita la vitamina K para la salud ósea. 

Aunque las deficiencias de vitamina K son poco frecuentes, se puede correr un mayor riesgo si:  

  • Tenés una enfermedad que afecta a la absorción en el tracto digestivo, como la enfermedad de Crohn o celiaquía activa, entre otras. 
  • Tomás medicamentos que interfieren en la absorción de la vitamina K. 
  • Estás gravemente desnutrido. 
  • Bebes mucho alcohol. 
  • Pasaste por una cirugía bariátrica. 

Algunos factores que influyen en los niveles de la vitamina K son: 

  • Llevar una alimentación que carezca completamente de vitamina K, lo cual es difícil que ocurra. 
  • Consumir medicamentos como Warfarina que previenen la coagulación rápida de la sangre (anticoagulantes). 
  • Tener malabsorción de grasas (la vitamina K se absorbe junto con las grasas al ser liposoluble). 
  • Estar bajo tratamiento de antibióticos que interfieren con la absorción de vitamina K. 

Desde el punto de vista genético, el gen VKORC1 juega un rol fundamental en el ciclo y los niveles de la vitamina K, ya que produce la enzima vitamina K epóxido reductasa que convierte la vitamina K en otra forma necesaria para el proceso de coagulación de la sangre.  

El consumo de Warfarina puede interferir con esta conversión como se aclaró anteriormente, ya que inhibe la actividad de dicho gen, conduciendo a niveles más bajos de esta vitamina. 

Si tu genética presenta para el marcador rs7294 la variante T, indica propensión a menores niveles de vitamina K en la sangre, mientras que la variante C indica niveles normales. 

Si tu genética presenta para el marcador rs8050894 del mismo gen la variante C, indica propensión a menores niveles de vitamina K en la sangre, mientras que la variante G indica niveles normales. 

Se recomienda medir esta vitamina en sangre y asegurarse de cubrirla con la alimentación. Sumar información sobre tu genética te va a ayudar a saber aún más tu propensión en cuantos a los niveles en sangre. 

En el reporte de “Vitaminas y minerales” de Salud y nutrición de Rewell podrás encontrar qué dice tu genética con respecto a los niveles de vitamina K junto con el estado de tu microbioma y así abordar un manejo acorde con nuestro plan de hábitos y coaching nutricional. 

Referencias: 

1. National Institute of Health: Office of Dietary Supplements. Datos sobre la Vitamina K. Recuperado en: https://ods.od.nih.gov/factsheets/VitaminK-DatosEnEspanol/  

2. Akbari S, Rasouli-Ghahroudi AA. Vitamin K and Bone Metabolism: A Review of the Latest Evidence in Preclinical Studies. Biomed Res Int. 2018 Jun 27;2018:4629383. doi: 10.1155/2018/4629383. PMID: 30050932; PMCID: PMC6040265. 

3. Crosier MD, Peter I, Booth SL, Bennett G, Dawson-Hughes B, Ordovas JM. Association of sequence variations in vitamin K epoxide reductase and gamma-glutamyl carboxylase genes with biochemical measures of vitamin K status. J Nutr Sci Vitaminol (Tokyo). 2009 Apr;55(2):112-9. doi: 10.3177/jnsv.55.112. PMID: 19436136; PMCID: PMC2761647.