La L-glutamina, el aminoácido más abundante en la sangre, desempeña un papel vital en el mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal. Aunque tradicionalmente se considera un aminoácido no esencial, hoy se le clasifica como “esencial condicional”.
Su utilización por parte de la mucosa del intestino delgado supera la tasa de producción durante el estrés catabólico, como el trauma, la sepsis y después de una cirugía. Por lo que, ante estas situaciones, deberíamos aumentar su aporte a través de la dieta.
En la mucosa del intestino delgado, la L-glutamina se destaca como un nutriente único al proporcionar combustible para el metabolismo, regular la proliferación y la reparación celular, y mantener las funciones de barrera del intestino. La suplementación oral con glutamina, respalda el crecimiento de la mucosa.
¿Cómo?
Este aminoácido se convierte en una fuente crucial de energía para la proliferación y diferenciación de las células epiteliales intestinales. Funciona como la nafta para un motor.
La evidencia respalda que la L-glutamina preserva la función de barrera del intestino, previniendo la permeabilidad a toxinas y patógenos en diversas condiciones de lesión de la mucosa gastrointestinal. La permeabilidad intestinal puede dar lugar a trastornos digestivos como:
- disbiosis intestinal: alteración y desequilibrio de la microbiota intestinal.
- translocación bacteriana: el paso de bacterias desde la luz intestinal hacia lugares sitios extraintestinales, propiciando el desarrollo de infecciones, complicaciones inmunológicas y del sistema nervioso central.
Este conjunto de síntomas o características podrían derivar en el famoso “Síndrome del intestino permeable”
Veamos que síntomas podrían indicar permeabilidad en tu intestino, ¿reconocés alguno?
- Problemas digestivos (gases, diarrea, estreñimiento)
- Cefalea
- Cansancio
- Hinchazón abdominal
- Intolerancias alimentarias
La L-glutamina se presenta como el nutriente más importante para la curación del “síndrome del intestino permeable”, siendo el combustible preferido para los enterocitos y colonocitos. Dada la limitada capacidad del intestino humano para sintetizar glutamina, dependemos de su suministro a través de otros tejidos y fundamentalmente de la dieta.
Si sufrís alguno de estos síntomas asociados al síndrome de intestino permeable, te recomendamos algunos alimentos que son ricos en L-glutamina y podrían ayudarte, y te mencionamos aquellos que deberías evitar ya que irritan la mucosa intestinal:
Alimentos con altos niveles de L-glutamina: pollo, pavo, carne magra de cerdo, espinacas, frutos secos, quesos frescos, ternera, mariscos, almendras, lechuga, pepino, cebolla, ajo, espárragos, cordero. Alimentos a limitar su consumo, en caso de permeabilidad: café, té, bebidas alcohólicas o gaseosas y alimentos picantes.
La importancia de mantener la integridad de la mucosa y su función de barrera es crucial tanto en condiciones fisiológicas como fisiopatológicas. En este contexto, el aumento de la permeabilidad podría desempeñar un papel en la patogénesis de enfermedades como la enfermedad de Crohn. Un estudio en ratones respalda la eficacia de la L-glutamina al reducir la permeabilidad y la translocación bacteriana, preservando así la integridad mucosa a niveles fisiológicos.
Por último, te sugerimos consultar con un profesional acerca de la posibilidad de incorporar un suplemento dietario de Glutamina ya que las terapias actuales para las disfunciones de la permeabilidad intestinal se fundamentan en el suministro adicional de probióticos específicos, la ingestión de L-glutamina, vitamina D (colecalciferol) y zinc, junto con la realización de actividad física.
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Referencias
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4369670/
https://aspenjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1177/0148607110362530
https://aspenjournals.onlinelibrary.wiley.com/doi/abs/10.1177/014860719902300107