Descubrí cómo el intestino y el sueño interactúan para influir en la digestión, el metabolismo e incluso la salud mental, y cómo aprovechar el poder del sueño para mejorar el bienestar.
Nuestra dieta y el medio ambiente en el que vivimos tienen una importante influencia en la composición de nuestro microbioma intestinal. Los alimentos azucarados y procesados, la falta de fibras, el ejercicio, la hidratación, los antibióticos, el estrés físico o emocional pueden tener un impacto negativo en la microbiota. Para vivir una vida normal y saludable, necesitamos una microbiota intestinal bien equilibrada.
¿Podemos mejorar la salud intestinal?
Al mejorar nuestra digestión y el microbioma intestinal, los investigadores creen que podríamos incluso ayudar a resolver los problemas de sueño.
Los científicos aún no entienden completamente cómo funciona esta relación, pero la hipotesis es que el microbioma puede afectar el sueño al dificultar el ciclo sueño-vigilia, el ritmo circadiano y las hormonas que lo regulan.
Podemos cuidar la salud de nuestro intestino con prebióticos y probióticos, y ellos alimentarán a las bacterias buenas y cuidarán del bienestar de nuestro intestino. Esto es algo que ya está probado y bien investigado.
Los beneficios de los probióticos no son un mito, y, algunos científicos creen que los probióticos también pueden ser beneficiosos para nuestro sueño. Un pequeño estudio asignó a 18 voluntarios sanos a una mezcla de una cepa probiótica reconocida (Lactobacillus fermentum, L. Rhamnosus, L. plantarum y Bifidobacterium longum), y a 15 personas a un placebo durante seis semanas.
Los científicos utilizaron el cuestionario del Índice de Calidad del Sueño de Pittsburgh para evaluar cuán bien habían dormido al principio y varias veces durante el estudio. Descubrieron que los voluntarios que tomaban probióticos dormían mejor e informaron de menos fatiga durante el estudio (Marotta A, Sarno E, Del Casale A, et al. Effects of Probiotics on Cognitive Reactivity, Mood, and Sleep Quality. Front Psychiatry. 2019;10:164. Published 2019 Mar 27. doi:10.3389/fpsyt.2019.00164)
En otro estudio de microbioma y sueño, los investigadores encontraron que el análisis de la composición microbiana reveló que la riqueza de los bacteroidetes y los Firmicutes eran positivamente correlacionados con la eficiencia del sueño y el pensamiento abstracto. Por último, encontraron que varios tipos de bacterias (Lachnospiraceae, Corynebacterium y Blautia) estaban relacionados negativamente con las medidas del sueño. (Smith RP, Easson C, Lyle SM, Kapoor R,Donnelly CP, Davidson EJ, et al. (2019) Gut microbiome diversity is associated with sleep physiology in humans.PLoS ONE 14(10):e0222394)
Otro hallazgo interesante es que un intestino más sano puede ayudar a resolver problemas de salud mental como los cambios de humor, la depresión y los síntomas de ansiedad.
La relación entre el sueño y la depresión es bien conocida. Las personas que no duermen lo suficiente son más propensas a sufrir cambios de humor y pensamientos y comportamientos depresivos.
Las investigaciones demuestran que los probióticos tienen beneficios para el bienestar mental y son capaces de aliviar la ansiedad y la depresión, pero también mejoran la resistencia a los episodios estresantes, factores que también pueden influir en la calidad del sueño.
Alimentos y consejos para tu intestino:
- Los alimentos orgánicos pueden apoyar la salud microbiana porque hay indicios de que los pesticidas pueden dañar las bacterias buenas que necesitamos en nuestro tracto. No son sólo frutas y verduras, sino también granos, frijoles, productos lácteos y productos animales.
- Come el arco iris de frutas y verduras de colores porque también es beneficioso para el intestino. Una dieta rica en frutas y verduras es una base, pero para asegurar una diversidad de bacterias buenas, necesitamos tomar una variedad de plantas, no sólo manzanas y plátanos.
- Consigue suficientes alimentos prebióticos, que representan una fuente de energía para trillones de diferentes organismos en tu intestino. Las plantas que son ricas en fibras, como las manzanas, espárragos, alcachofas, cebollas y ajo, son una buena fuente de prebióticos.
- El ejercicio para tu intestino no sólo mejorará tu sueño, sino que la actividad física también beneficia a nuestro microbioma al aumentar el número de bacterias buenas, y al combatir la inflamación crónica también.