La salud es un derecho humano que incluye el acceso oportuno, aceptable y asequible a servicios de atención de salud de calidad suficiente. Sin embargo, el acceso a una salud óptima exige un conjunto de criterios sociales como la disponibilidad de servicios de salud, condiciones de trabajo seguras, vivienda adecuada y alimentos nutritivos, entre otros, que no todos pueden acceder.
A nivel mundial, son demasiadas las personas que todavía sufren de una mala calidad de salud. El 30% de la población no puede acceder a los servicios de salud esenciales. La esperanza de vida al nacer en Argentina para el 2022 fue de 76 años, lo que representa un aumento del 3,6 años respecto de lo informado en el 2000. La esperanza de vida de las mujeres fue de 78 años, siendo mayor que la de los hombres que es de 72 años.
En base a los registros de mortalidad realizados por el Instituto Nacional del Cáncer (INC), Ministerio de Salud de la Nación, los tumores representaron la segunda causa de mortalidad (16,4%) precedidos por las enfermedades del sistema circulatorio (25,8%), aunque en una menor proporción respecto al año anterior (18%). Esto se debe a la emergencia del SARS-CoV2 (14,1%) como causa de muerte, la cual se ubicó en un cuarto lugar, luego de las enfermedades del sistema respiratorio (14,5%).
Abordando las desigualdades para lograr una salud óptima
El futuro de la salud depende de la satisfacción de las necesidades básicas de la humanidad. Hacerlo requerirá de un enorme esfuerzo por abordar las innumerables desigualdades integradas en el sistema actual, abordando adecuadamente la seguridad física, el acceso a un aire limpio, corriente fresca, agua segura, saneamiento, fuentes limpias de energía, alimentos saludables y nutritivos, con el fin de que todas las personas y comunidades tengan acceso a la salud sin discriminación alguna, a servicios integrales de salud adecuados, oportunos y de calidad.
El acceso universal a la salud requiere la definición e implementación de políticas y acciones con un enfoque multisectorial para abordar los determinantes sociales de la salud y fomentar el compromiso de toda la sociedad para la promoción de ella.
Innovación y futuro en salud
El futuro de la salud trae consigo innovaciones de la mano de la ciencia y la tecnología como un recurso al servicio de la humanidad. La inteligencia artificial y el aprendizaje automático convergen para apoyar la salud en formas que antes no eran posibles.
Las tecnologías existentes, incluida la genómica, se expanden de tal forma que múltiples personas acceden a la información más reciente acerca de mejoras en la salud con el fin de que puedan tomar las mejores decisiones sobre ella. En un futuro, tendremos vías de tratamiento e incluso soluciones de detección temprana para enfermedades no transmisibles como el cáncer. Con el uso de las nuevas tecnologías, se llegará de manera efectiva a aquellas personas que residen en países de bajos recursos, buscando un compromiso mundial para garantizar el acceso equitativo al conocimiento de la salud y los productos preventivos que, en última instancia, salvan vidas.
Sin embargo, a menudo estas tecnologías traen aparejadas ciertas complejidades e implicaciones que aún debemos considerar como sociedad. Cuanto más capacitemos a todos los ciudadanos para participar y mejorar la alfabetización científica y tecnológica a nivel mundial, más empoderados estaremos para tomar decisiones más saludables e informadas que respalden y fomenten la salud.
La dieta moderna no es saludable
A través de la tecnología y los nuevos hallazgos en investigaciones, se han evidenciado las razones por las cuales las personas se vuelven cada vez menos saludables.
Cuando se pasa a un efecto preventivo de la salud, pasamos a un enfoque más holístico centrado en la ciencia molecular. Un enfoque holístico de biología de sistemas para la salud analiza el cuerpo e incorpora avances en genómica, proteómica y nuestra comprensión emergente del microbioma. Con esta información, podemos examinar millones de microbios que llaman hogar a nuestro cuerpo, el “microbioma humano”, y cómo se integra con los sistemas del cuerpo para ayudar a regular, digerir, enviar mensajes y producir metabolitos que son esenciales para una buena salud.
La amplia variedad de alimentos ultraprocesados y con alto contenido de grasa y azúcar disponibles en la actualidad han disminuido significativamente la diversidad del intestino y el microbioma de millones de personas en todo el país. Se ha demostrado que la diversidad microbiana intestinal baja afecta la salud celular, la salud metabólica y los sistemas cardiovascular e inmunológico.
Salud personalizada: Un enfoque único para cada individuo
En el camino hacia un futuro saludable, es fundamental comprender que la salud es un asunto personal. Convertirse y mantenerse saludable nunca debe ser abordado como una solución única para todos. Se requiere una atención individualizada que tenga en cuenta la nutrición, los alimentos que se consumen, los nutrientes que se utilizan para complementar la dieta y los hábitos de vida conscientes y enfocados en el movimiento. Estos elementos clave desempeñan un papel fundamental en la optimización de la salud en todos los niveles: físico, mental y espiritual.
También es importante reconocer que la salud es dinámica y que nuestro cuerpo cambia constantemente en respuesta a estímulos y demandas diarias. Para adaptarnos a estos cambios, nuestros hábitos de nutrición y estilo de vida deben ajustarse de manera ideal para satisfacer nuestras necesidades físicas, emocionales y mentales.Lo que alimenta nuestro cuerpo, la cantidad de sueño que necesitamos e incluso el tipo de ejercicio adecuado para cada individuo son aspectos completamente individuales y tienen un impacto a nivel molecular en nuestra salud.
Para lograr una salud óptima, es esencial medir y evaluar fácilmente el estado de nuestro cuerpo, identificando qué áreas necesitan más apoyo y qué aspectos están funcionando bien. Al traducir estas medidas en los nutrientes específicos que necesitamos, podremos impulsar los sistemas que requieren ayuda y continuar apoyando las áreas que están en buen estado. Este enfoque marca un cambio significativo al alejarnos de una atención médica despersonalizada y adoptar un enfoque más personalizado hacia el estilo de vida y la búsqueda de la longevidad.
La clave para lograr un futuro de salud personal y accesible radica en la educación y empoderamiento de las personas a nivel mundial. Necesitamos unir esfuerzos para brindar conocimientos y herramientas que permitan a cada individuo tomar decisiones informadas sobre su propia salud.
Esto implica fomentar una mayor conciencia sobre la importancia de una alimentación saludable y opciones de estilo de vida saludables. Al educar y capacitar a las personas, les estamos dando el poder de tomar el control de su bienestar y adoptar hábitos que promuevan una vida más saludable.
Referencias
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